Emilio
Herrera Linares, ingeniero, militar, piloto, profesor, inventor y
académico. Nació en Granada en 1879 y murió, exiliado, en 1967, a
los 88 años de edad.
La
odisea científica y personal de Emilio Herrera fue símbolo
de una época y de una generación. Su carrera quedó
truncada, como la de tantos otros científicos españoles, por la
Guerra Civil y el exilio que le siguió.
Familia
Nació
en el seno de una familia de clase media. Sus padres eran Rita
Linares Salanava y el militar Emilio Herrera Ojeda. Se casó con
Irene Aguilera Cappa. Era el padre del poeta y novelista José
Herrera Aguilera alias “Petere”, otro hijo murió pilotando un
avión republicano en 1938.
Formación
Cursó
estudios primarios y de bachillerato en Granada. Ingresó con 17 años
en la Academia de Ingenieros de Guadalajara. En estos años de
formación inició su vinculación a la ciencia aeronáutica que le
ocupó toda su vida y en la que llegó a ser un
profundo y riguroso especialista.
Llegó
a reunir una amplia relación de títulos científicos y técnicos:
Ingeniero militar (1900); piloto de aerostatos (1905); piloto en la
primera promoción de pilotos militares (1911);
ingeniero aeronáutico (1931). General de ingenieros
(1937).
Docencia
Participó
de forma relevante en la creación de la Escuela Superior de
Aerotecnia, del que sería nombrado primer director, para la
formación de los futuros ingenieros aeronáuticos españoles.
Trayectoria
militar
Salió
de la academia en 1903 con el grado de teniente y solicitó su
primer destino en la Escuela Práctica de Aerostación para aprender
el manejo de los aerostatos.
En 1909,
integró una expedición aerostática militar en Melilla, como
apoyo a las tropas ante la rebelión del Protectorado
Español de Marruecos.
Herrera
dirigió la Sección de Globos Aerostáticos durante la campaña
militar de Marruecos y consiguió los títulos de piloto de avión y
de dirigibles y varias condecoraciones.
Aeronáutica
A
partir de 1915 centró sus estudios en temas aeronáuticos,
como principios científicos, técnicos, comerciales o legales.
En 1915
fue enviado a Estados Unidos para comprar aparatos
Curtis-Jenny y montar en España la primera escuela de pilotos
de hidroaviones.
Hacia
1918 intentó crear una línea aérea transoceánica,
la Transaéra Colón, que uniera Europa y América para
el transporte de pasajeros. La idea la desarrolló finalmente una
empresa alemana. Herrera fue invitado como segundo comandante, junto
con el también militar José Ortiz de Echagüe, en el entonces mayor
aeronave de su tiempo el dirigible Graf Zeppelin LZ 127 que
atravesó el océano Atlántico.
En
la década de 1920, ayudó a Juan de la Cierva con su invención
del autogiro. Participó en la construcción y diseño
del Laboratorio Aerodinámico de Cuatro Vientos, inaugurado
en 1921 y dotado de uno de los túneles de viento más
grande y modernos del momento, que sería el futuro embrión del
actual Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial(INTA).
En 1931
se proclamó la Segunda República y se formó un nuevo
Gobierno, cuyo programa era de signo reformista y progresista.
Herrera, aunque era católico y monárquico, una vez que la
República fue legal y juró lealtad a la misma.
Herrera
era ya una destacada figura de la aeronáutica, la Sociedad de
Naciones le nombró experto internacional de aviación.
En 1932,
representó a España en la Conferencia de Desarme de la Sociedad de
Naciones.
Escafandra
estratonáutica
Herrera
empezó a investigar la vestimenta y los sistemas de respiración más
adecuados para la navegación aérea.
En 1935 creó
la "escafandra estratonáutica", un modelo de uniforme
y escafandra autónoma para los tripulantes de globos de gran altitud
que se convertiría en el precursor del traje espacial. La
escafandra estratonaútica, sería el antecedente de los trajes
espaciales, porque la NASA le requirió los estudios que había
hecho.
Realizó
el diseño en los talleres del Polígono de Aerostación
de Guadalajara y en el Laboratorio Aerodinámico de Cuatro
Vientos.
Por
un lado un globo que podía alcanzar los 26.000 metros de
altitud y por otro un traje espacial que ya contaba con micrófono,
sistema de respiración antivapor, termómetros, barómetros y varias
herramientas para medir y recoger muestras.
Guerra
Civil (1936/39)
Al
estallar la Guerra Civil en 1936 Herrera ya tenía el rango
de Teniente Coronel y era el director técnico de
las fuerza aérea republicana y organizó las escuelas de
aviación. Se mantuvo fiel al gobierno republicano y en 1937
fue uno de los pocos oficiales ascendido al grado militar de General
de Ingenieros.
Por
otro lado, su hijo Petere, militaba activamente en el Partido
Comunista y en 1938 fue Premio Nacional de Literatura. En
septiembre de 1937 murió en la batalla de Belchite su
segundo hijo, Emilio Herrera Aguilera de apenas 19 años, que era
piloto del caza Polikarpov I-15.
Al
finalizar la guerra estuvo en un primer momento exiliado en Chile,
poco después se dirigió a Francia, donde viviría en el exilio
de manera humilde, debido a los cortos recursos económicos de que
disponía.
Continuó
dedicándose a la investigación aeronáutica y científica,
colaborando en revistas francesas de temática aeronáutica,
fundamentalmente en “L'Aerophile”.
Fueron
años muy difíciles, que sobrellevó con verdadero estoicismo.
Herrera vivía junto con su esposa gracias a sus derechos de patentes
de un sistema de doble proyección geográfica y un
flexicalculador para resolver funciones matemáticas e integrales
elípticas que tenía patentado.
Era
un seguidor y defensor de las teoría de la relatividad de
Albert Einstein, con quien tuvo amistad personal a raíz de la visita
a España que el sabio alemán realizó en 1923.
Posteriormente
ingresó en la Office National d'Études et de Recherches
Aérospatiales (ONRA) y fue nombrado consultor de la UNESCO
sobre temas de física nuclear, cargo del que dimitió al ser
aceptado el ingreso del régimen franquista en la ONU.
Política
antifranquista
Por
su prestigio científico y humano fue nombrado ministro de
Asuntos Militares de 1951 a 1960, en el gobierno de la
República en el exilio y con posterioridad, fue designado
por el presidente de la República, Diego Martínez Barrio, que
era presidente del gobierno en el exilio de 1960
a 1961; y de nuevo ministro sin cartera, de Asuntos
Militares, en el gobierno de Claudio Sánchez
Albornoz. Puesto en el que se mantendría hasta su
fallecimiento.
En 1967,
año de su fallecimiento, Herrera se mostró partidario de una
reconciliación nacional, y buscó el apoyo político y religioso
para celebrar un referéndum en el que los españoles
pudieran elegir libremente entre monarquía o república.
Academias
e instituciones científicas
En
1932 la Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales le
eligió académico con un discurso sobre Ciencia y Aeronáutica.
Fue
laureado por la Academia de Ciencias de Francia por sus estudios
sobre aeronáutica y astronáutica.
Fue
miembro del Instituto Aerotécnico Argentino (1926);
Vicepresidente
de la Sociedad Matemática española (1920)
Vocal
de la Real Sociedad Geográfica de España (1927);
Vocal
del Consejo Superior Aeronáutico (1927);
Fundador y
presidente del Ateneo Iberoamericano de París (1957).
Reconocimientos
honoríficos
Entre
otras, caben destacar:
- Caballero de la Legión de Honor de Francia (1906);
- Caballero Gentilhombre de cámara de Alfonso XIII (1914);
- Comendador de la Orden de Cristo de Portugal (1923);
- Comendador de la Orden de Isabel la Católica (1927);Laureado de la Academia de Ciencias de Francia (1950).
Fuentes
https://sites.google.com/site/emilioherreralinares/
Web dedicada a la memoria de Emilio Herrera Linares. Emilio Atienza
Rivero
https://generacionesdeplata.fundaciondescubre.es/2013/11/06/emilio-herrera-linares/
Emilio Herrera Linares. Generacionesdeplata. Fundacióndescubre.es
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