Ángel
Ganivet García, abogado, filósofo, doctor, escritor y
diplomático. Nació en Granada en 1865 y murió, por suicidio, en
Riga (Letonia) en 1898 a los 32 años de edad.
Está
considerado por algunos autores como el precursor de la generación
del 98. Según Ganivet, la crisis de fin de siglo de España habría
sido causada por un problema colectivo fundamental: la abulia.
Familia
Su
padre murió cuando Ganivet tenía nueve años. Fueron seis hermanos.
En 1892 conoció a Amelia Roldán Llanos, de la que se enamoró
aunque no se casaron. De su relación, nacieron dos hijos: Natalia,
que murió al poco de nacer, y Ángel Tristán.
Formación
Por
culpa de una enfermedad inició con retraso sus estudios pero logró
estudiar Bachillerato y las carreras de Derecho y Filosofía
y Letras, en Granada y Madrid, consiguiendo notas de sobresaliente.
En
1888 empezó el doctorado en Madrid; obtuvo el grado
correspondiente, con nota sobresaliente y premio extraordinario, con
la tesis “La importancia de la lengua sánscrita”.
Unamuno
Conoció
a Miguel de Unamuno en 1891 durante la preparación para unas
oposiciones al cuerpo de archiveros y entre ellos se estableció una
intensa relación epistolar.
Diplomático
En
1892 Ganivet ganó unas oposiciones al cuerpo consular y en 1894 fue
nombrado vicecónsul en Amberes (Bélgica), donde pasaría
cuatro años en esa ciudad. Durante ese tiempo, se desarrolló
intelectualmente: leyó mucho, se instruyó en varios idiomas y
empezó a escribir.
En
1895 fue ascendido a cónsul y destinado a Helsinki. En los
más de dos años que pasó en Finlandia produjo la mayor
parte de su obra literaria.
De Helsinki pasó al consulado de
Riga en 1898. Allí enfermó de sífilis, cayó en una profunda
depresión que lo llevaría a suicidarse tirándose desde un
barco al río Dvina.
Obras
literarias
Cuando
era universitario se integró poco a poco en el mundo literario
madrileño, asistiendo al Ateneo y a diversas tertulias
literarias.
Su
obra fundamental fue el “Idearium español” (1897), que
abarca de una forma ambiciosa la comprensión de la esencia española
y abre, al mismo tiempo, un nuevo período de la historia crítica de
España.
De
tema español son también sus dos obras de carácter crítico: “La
conquista del reino de Maya por el último conquistador Pío Cid”
(1897) y “Los trabajos del infatigable creador Pío Cid”
(1898). Otras importantes obras de Ganivet fueron el sugestivo
libro “Granada la bella” (1896), evocación artística y
crítica de su ciudad natal; “Cartas finlandesas” (1898),
y su obra póstuma, “Hombres del Norte”.
Ganivet,
ha sido un escritor más citado que leído, ya que dado lo joven que
falleció no tuvo ocasión de dar a conocer en vida sus obras. Sus
obras completas fueron publicadas en 1943.
Restos
mortales
El
traslado a Granada de los resto mortales de Ganivet, fueron en 1925,
y se le rindió un homenaje póstumo en el que estaba representaba
lo más brillante de la intelectualidad granadina, especialmente los
jóvenes.
Reconocimientos
honoríficos
Los
ayuntamientos de Granada, Santa Cruz de Tenerife, Zaragoza,
Sevilla y Madrid han dedicado una calle a su memoria.
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