Manuel
Rivera Hernández, pintor, profesor y académico. Nació en
Granada en 1927 y murió en Madrid en 1995 a los 67 años de edad.
Fue
miembro fundador del Grupo El Paso. Precursor en España del
informalismo y la abstracción, creó su propio lenguaje con la tela
metálica. Manuel Rivera ha sido un artista en actividad
experimental constante hasta sus últimos días. Su vida como hombre
y como artista siempre fue la búsqueda. Fue reconocido con grandes
premios honoríficos.
Familia
Cuando
Manuel solo tenía nueve años estalló la Guerra Civil
española. Al poco de terminar el conflicto, fallecieron su madre y
dos de sus hermanos, acontecimiento que marcaría de forma
irremediable su vida, y también su trayectoria, ya que su obra se
tornaría melancólica e introspectiva. Estuvo casado con Mary
Navarro, que también se dedicaba a la pintura.
Formación
Desde
su infancia mostró gran disposición para la pintura y la escultura,
por lo que su padre lo envió al taller del imaginero, Martín Simón,
con el que aprendió el oficio, trabajando la madera y el yeso.
Estudió en la Escuela de Artes y Oficios de Granada.
En
1945, ingresó en la Escuela Superior de Bellas Artes de Sevilla,
A
los quince años, realizó su primer viaje a Madrid, quedando
deslumbrado en su visita al Museo del Prado.
Asistió
en 1953 al Curso Internacional de arte abstracto, que marcó un punto
importante, ya que empezó a definir su forma de trabajar y recibió
numerosas influencias. A finales de este año, aparece un espacio
puro y comenzó a pintar con capas espesas de pintura creando formas
que flotan.
Docencia
En
1947 fue nombrado profesor de pintura y dibujo de la Escuela
Superior de Bellas Artes de Sevilla
Exposiciones
En
1947, con 20 años, expuso por primera vez su obra en la Asociación
de la Prensa de Granada y también fue seleccionado para participar
en la Primera Bienal de Arte Hispanoamericano de Madrid, dominando en
esta época el arte figurativo.
En
1953, el Instituto de la Cultura Hispánica, le invita a participar
en el Curso internacional de Arte Abstracto celebrado en
la Universidad Internacional Menéndez y Pelayo de Santander. En
el transcurso de las actividades que allí tuvieron lugar, Manuel
tuvo la oportunidad de conocer a numerosos artistas y críticos de
arte.
Su
participación en las ediciones de la Bienal de Hispanoamérica
refuerzan el peso de su nombre.
En
1956, Rivera viaja a París donde toma contacto con el arte
contemporáneo de su tiempo, a la vez que busca su propio
lenguaje.
En
1959, realizó su primera exposición individual en Madrid, en las
salas del Ateneo. En 1965, participó en la exposición Adquisiciones
recientes en el Museo de Arte Moderno de Nueva York y expuso en
diversas ciudades de Estados Unidos, así como de Marruecos y
Sudáfrica.
Representó
a España junto con Millares en la IV Bienal de São Paulo. Ahí
comenzó una lucha sin cuartel con el lienzo, en busca del espacio.
Prescindió entonces del color refugiándose en el blanco y negro.
En
São Paulo tuvo una clamorosa aceptación, así que en 1958 fue
nuevamente seleccionado para la Bienal de Venecia. Llegaron
entonces la fama creciente y el interés de los galeristas más
importantes.
Participó
en muchas más exposiciones algunas de ellas antológicas de su obra.
Grupo
El Paso
En
1957, junto con los artistas Antonio Saura, Manolo Millares, Martín
Chirino, Rafael Canogar, Luis Feito, Antonio Suárez, Pablo Serrano,
Juana Francés y los críticos de arte Manuel Conde y José Ayllón,
fundó El Paso (que como tal grupo se disolvió en
1960), el cual supuso la plena introducción del informalismo en
España.
La
primera exposición del grupo feu en la Galería Bucholz de Madrid,
en la que Manuel presentó sus telas metálicas, realizadas en un
solo plano. Su integración en El Paso marcará su trayectoria de
forma sustancial, empezando a ser conocido a nivel nacional e
internacional. El artista granadino se muestra acorde con su grupo y
muestra una doble condición, internacional y castiza. Apuesta por
una abstracción cargada con tintes expresivos y concede gran
importancia a la identidad abrupta de lo matérico. El Museo de Arte
Contemporáneo adquirió un cuadro suyo para la colección
permanente.
Relevancia
En
1960, Pierre Matisse, hijo del famoso pintor, le pidió que entrara a
formar parte de su célebre Galería en Nueva York, donde aquel mismo
año presentó una exposición personal. Muchas otras muestras
tuvieron lugar en importantes Instituciones. Los museos Guggenheim y
el de Arte Moderno, de Nueva York y la Tate Gallery de Londres
adquirieron obras suyas. Entró a formar parte, en 1961, de la
Galería Biosca, dirigida entonces por Juana Mordó, que sería a
partir de aquel momento, su marchante (a su muerte, y desde mediados
de la década de 1980, Elvira Gonzalez pasó a ser su galerista).
Continuó exponiendo en diversos lugares de Europa y Estados Unidos.
Segunda
etapa
En
1967 inició la que sería su segunda etapa pictórica, con la
serie Papeles japoneses, en la que accedió a nuevos
procedimientos técnicos, con una gran influencia del arte oriental y
una intensificación del color.
En
1985 llevó a cabo la obra “El Testamento Andaluz” (propiedad
actual del Parlamento Andaluz); un conjunto de ocho cuadros dedicados
a las ocho provincias andaluzas, acompañados de veinticuatro
dibujos, con poemas de Antonio Gala.
Estilo
Durante
su periodo de formación las pinturas de Rivera son en su mayoría
figurativas, no obstante, sus cuadros apuntaban a una ruptura con la
forma tradicional, de la que pronto se distanciaría, la preocupación
espacial y el tema de la luz, son temas a los que hace referencia a
lo largo de su obra madura.
Crisis
Sumido
en una profunda crisis, descubrió por fin como salir del material
pictórico tradicional. A partir de 1956 se produce el encuentro con
la tela metálica. La materia dejará atrás su protagonismo inicial
para pasar a ser un mero vehículo de la expresión.
La
tela metálica acabaría desmaterializándose y deshaciéndose en
brazos del aire, la luz y sus efectos. Comenzó a trabajar realizando
obras sobre un solo plano, a modo de collage, mallas metálicas
sujetas por un bastidor de hierro.
En
1977, rompió bruscamente con el lirismo anterior. Introdujo en las
telas metálicas elementos que emplearía desde entonces, tales como
collares erizados de puntas mortales, bocados de caballo, enganches
herrumbosos y alambradas zurciendo heridas.
Academias
En
1984 fue elegido académico de número de la Real Academia de las
Bellas Artes de San Fernando, donde, desde su sillón, representó a
una generación comprometida con su tiempo.
En
1993 fue elegido miembro titular de la Academia de Ciencias, Artes y
Letras de Europa.
En
1985 fue nombrado miembro del Patronato de la Alhambra y el
Generalife, cargo que recibió con entusiasmo y que desempeñó hasta
el final de su vida.
Premios
Obtuvo
el Premio Pittsburgh Internacional del Carnegie Institute y el Premio
de Honor de la Bienal Internacional de Arte de Tokio.
Reconocimientos
honoríficos
- Al inicio de la década de 1980 recibió del Ayuntamiento de Madrid, la Medalla de la Ciudad, por haber terminado un gran mural para el Museo de Escultura al Aire Libre, situado en el Paseo de la Castellana.
- Obtuvo la Medalla de Oro al Mérito en el Trabajo.
- Le fue concedida la Gran Cruz de Isabel la Católica.
- Consiguió la Medalla al Mérito en las Bellas Artes.
- El Gobierno francés le concedió la Cruz de Caballero de la Orden de las Artes y las Letras de Francia.
- En 1987, la Asociación de Escritores y Artistas Españoles le concedió la Medalla de Honor de las Artes.
- Le fue concedido el título de Hijo Predilecto de Andalucía y también se le nominó Andaluz del año.
Autor: Feliciano Robles
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