Hermenegildo
Lanz González, profesor, pintor, escenógrafo, diseñador y
fotógrafo. Nació en Sevilla en 1893 y murió en Granada en 1949 a
los 56 años de edad.
Colaboró
en diversos proyectos con Federico García Lorca y Manuel
de Falla, pero su aportación al género del títere y
creatividad se vieron truncadas por la represión
franquista durante y tras la guerra civil española.
Familia
Nació
en Sevilla, pero el trabajo de su padre, cocinero que alquilaba y
dirigía hoteles, lo llevó por geografías diversas, de Buenos Aires
a Lisboa. Sus padres eran de origen vasco y navarro. Tuvo un hijo
llamado Enrique. Su nieto Enrique Lanz, es director de la compañía
de teatro, Etcétera.
Formación
Estudió
en la Escuela Superior de Pintura, Escultura y Grabado de Madrid y
con Rafael Doménech, catedrático de la Real de San Fernando,
Docencia
En
1923 Hermenegildo se trasladó a Azuaga, en Extremadura
como profesor de Dibujo y regresó a Granada en 1926, cuando se
incorporó como profesor de Dibujo en la Escuela Normal de esta
ciudad. Su entusiasmo pedagógico le llevó a apoyar el proyecto de
“La Barraca” de Eduardo Ugarte y Federico García
Lorca.
Cuando
llegó a Granada traía consigo una cierta reputación de artista:
había conseguido una Tercera medalla y un premio de grabado en la
Exposición Nacional de Bellas Artes.
Tertulia
del Rinconcillo
Fue
junto con otros granadinos ilustres miembro fundador de la "tertulia
del Rinconcillo", que se reunía en el Café Alameda de
Granada y participó a partir de 1922 en el conjunto de proyectos que
fueron saliendo de ella. Así por ejemplo, pintó los carteles del
anuncio del primer Festival del Cante Jondo organizado en
Granada.
Escenógrafo
Lanz
participó como escenógrafo, escultor y titiritero
del tinglado construido para fiestas montadas en casa de
los García Lorca. También diseñó y pintó los decorados de todo
el espectáculo.
Luego
Lanz fabricó los títeres de guante del entremés 'Los dos
habladores' y del cuento popular 'La niña que riega la albahaca y el
príncipe preguntón'.
A
raíz de estas experiencias Falla le encargó a Lanz la construcción
de los títeres de la proyectada representación en París de El
retablo de Maese Pedro, que se realizó en el palacete de
la princesa Edmond de Polignac en 1923.
Esta
función aparentemente ingenua tuvo una repercusión internacional
poderosa porque fue la aportación española a las vanguardias dentro
del movimiento titiritero que se estaba dando en otros países de
Europa.
Publicaciones
En
1926 publicó su colección de aguafuertes más conocida, las veinte
“Estampas de Granada”, fundiendo los nuevos
tintes expresionistas centroeuropeas con la claridad del
optimismo meridional andaluz.
En
1932, publicó sus reflexiones sobre el proyecto en un artículo
titulado "Misioneros del arte: La Barraca", y publicado en
la primera página del diario El Defensor de Granada, el 5 de
octubre de ese año.
II
República
Con
la llegada de la II República, su compromiso con la educación se
proyecta en numerosas actividades, entre ellas, la apertura de una
Escuela Elemental de Trabajo o su participación en las Misiones
Pedagógicas.
Guerra
Civil
Tras
la sublevación militar de 1936 fue acusado de ser amigo de Fernando
de los Ríos y desposeído de inmediato de su plaza de profesor,
suspendido de sueldo y sometido a un expediente de depuración
que lo perseguirá incluso después de su fallecimiento. Tras la
mediación de Falla ante José María Pemán para que el Régimen le
devuelva su plaza es desterrado a Logroño a un destino profesional
que no existe. En 1938 recupera su plaza de Granada y en 1940 el
Tribunal de Responsabilidades le impone una multa y le prohibe
ejercer cargos públicos durante cinco años.
Por su pasado republicano recibió
como castigo el olvido y el silencio. Murió con 56 años, en 1949,
en plena calle, a la salida de un cursillo de reeducación y
adoctrinamiento político-religioso, en Granada
Reconocimientos
honoríficos
En
Granada existe un Instituto de Secundaria que lleva su nombre.
Autor: Feliciano Robles
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