La
familia Rogríguez-Acosta es una saga familiar que ha tenido gran
trascendencia en el desarrollo económico de Granada tanto en la
capital como en la provincia.
Inicios
Los
inicios de esta saga familiar se remontan al siglo XVII, cuando se
formó una pareja donde la mujer ( Teresa de Acosta) era hija de unos
emigrantes portugueses y el hombre (José María Rodríguez Sancho)
era hijo de una familia de asturianos, que se casaron en Granada y
montaron una tienda de cordelería.
En
la tienda de los Rodríguez se empezaron a admitir depósitos de
particulares y pagaban intereses por ellos. Tras el
fallecimiento de José María en 1824, su viuda Teresa tomó la
iniciativa en 1831 de fundar en Granada una casa de banca,
la única que existía en ese momento en la ciudad.
La
banca Viuda de Rodríguez, creó una extensa red de conexiones
bancarias por toda España y consiguió hacer una gran fortuna a
base de comisiones, giros y transacciones hasta su fallecimiento
1851.
José
María Rodríguez-Acosta, se hizo cargo del negocio tras la
muerte de su madre y creó un auténtico banco, llevando a cabo una
agresiva inversión en valores. Son tiempos de optimismo
económico, y la familia Rodríguez-Acosta
participó directamente en la construcción de canales de
riegos, fábricas azucareras, infraestructuras mineras, ferroviarias,
eléctricas y financiación de empresas
periodísticas y hosteleras.
Conforme
se aproximaba el final del siglo XIX, la crisis económica que se
generó en España, provocó que la banca de los
Rodríguez-Acosta no efectuase más inversiones industriales
directas y se convirtiese en un mero intermediario
financiero, a la manera de las bancos de hoy día. Falleció
en 1912.
Manuel
Rodríguez-Acosta González de la Cámara (1874-1960). Era el
mayor de los tres hijos de José María y tomó las riendas de la
empresa bancaria familiar, cuando José María falleció en 1912, y
la banca pasó a denominarse desde ese momento Hijos de Manuel
Rodríguez-Acosta. También continuó con el puesto que tenía su
padre en el Congreso por Granada en nombre del Partido Conservador,
por petición directa de Maura, pero Manuel en 1918 abandonó la
política y se dedicó en exclusiva a los negocios bancarios.
En
1919, y con el objetivo de crear un grupo bancario de importancia en
Madrid, la banca Manuel Rodríguez-Acosta participó en la fundación
del Banco Central junto con otros bancos de importancia de la época
como eran Banco Guipuzcoano, Santander y otros de menor rango. En
este banco la familia Rodríguez Acosta llegó a poseer casi el 6% de
las acciones, y Manuel ocupó uno de los cargos de vocales.
Tras
la Guerra Civil, en 1939, se reconstituyó el Consejo de
Administración del banco, en el que Manuel Rodríguez-Acosta ocupó
el puesto de vicepresidente y un año después el de presidente de la
entidad, cargo que cedió en 1943 a Ignacio Villalonga.
A
comienzos de 1946, al no tener descendencia y con la situación
política endurecida por la promulgación de la Ley de Ordenación
Bancaria de 1946, Manuel cedió la dirección de sus negocios a su
hermano Miguel que inició el proceso de fusión de su casa de banca
con el Banco Central.
Miguel
Rodríguez-Acosta González de la Cámara, hermano de José María
y de Manuel, se hizo cargo del banco. Después de 166 años de
existencia, él acordó los términos de la absorción de
la Banca Rodríguez Acosta por parte del Banco Central, que
comenzó sus operaciones en Granada basándose en el
prestigio y la fortaleza de la entidad granadina.
Pese a todo,
la empresa siguió funcionando como un
organismo destinado a la inversión en cartera, hasta
que en 1970 fue finalmente absorbida por Financiera de Valores SA
(Fivasa), fundada por miembros de la misma familia.
José
María Rodríguez-Acosta de la Cámara (1878-1941) fue un
reconocido pintor que se formó siendo discípulo de José
Larrocha, en Granada. Más tarde, en 1899 se marchó
a Madrid, donde se formó con el gran maestro Emilio Sala y
desarrolló su estilo entre el simbolismo y el modernismo.
Su
obra la dedicó a las naturalezas muertas y a
los desnudos femeninos. Regresó a Granada, para construir
la construcción de su "Carmen", que le sirvió de
estudio, convertido hoy día en el Museo Fundación que porta su
nombre en señal de distinción. Este Carmen modificó radicalmente
la arquitectura tradicionalista de Granada.
Dentro
de la estética del modernismo, obtuvo medallas de oro en
las exposiciones nacionales de 1908 y 1912 y en las
exposiciones internacionales de París y Múnich. Fue comendador de
la Orden Civil de Alfonso XII.
La
obra de Rodríguez-Acosta está conservada en parte en numerosos
museos, y en el carmen que le sirvió de estudio.
Los
hijos de Miguel Rodríguez-Acosta, Miguel y José Manuel
Rodríguez-Acosta, fundaron hacia 1960 un banco industrial, conocido
como Banco de Granada y que debido a la crisis
económica de la década de 1970 fue absorbido también por el Banco
Central. Esta entidad fue comprada luego por el Banco de Alcalá y en
1996 pasó a formar parte de la red de oficinas de la Caixa de
Cataluña.
Del
matrimonio entre la sueca Margarita Carlström y Miguel
Rodríguez-Acosta nació en 1927 el pintor Miguel Rodríguez-Acosta
Carlström. Miguel desarrolla una importante labor artística
como pintor-grabador, presidente de la Fundación Rodríguez Acosta y
académico de la Real Academía de San Fernando de Madrid.
Fundación
Rodríguez-Acosta
La
fundación fue creada en 1941, tras la muerte del pintor José María
Rodríguez-Acosta de la Cámara, con miembros tan destacados como
Ortega y Gasset, Fernando de los Ríos y Manuel de Falla que
formaron parte de su primer Patronato. El edificio de la Fundación
Rodríguez-Acosta, junto a sus jardines fue declarado Monumento
Nacional en 1982.
Acoge
a gran parte de la obra de Rodríguez-Acosta y está ubicada en el
Carmen que le sirvió de estudio, popularmente conocido como el
“Carmen Blanco”.
José
Manuel Rodríguez-Acosta Carlström (1935-2009) y Miguel
Rodríguez-Acosta Carlström (1927), sobrinos carnales de José María
Rodríguez-Acosta, han hecho diversas donaciones a la Fundación.
Entre
ellas destacan las relativas al archivo de la Banca Rodríguez-Acosta,
el epistolario de Ramón Pérez Ayala con Miguel Rodríguez-Acosta,
numerosa documentación sobre el fundador e importantes pinturas del
mismo, entre ellas Angosturas del Darro (1903), Pastoral de Longo, En
el santuario (1906), La tentación de la montaña (1910) o el Retrato
de María Bérriz (1912).
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